Diez claves para una lactancia feliz

1. Confía en tu cuerpo y en tu capacidad para satisfacer las necesidades de tu bebé.

Amamantar es una experiencia íntima y natural. Está comprobado que la leche de mujer es buena, excepcional e idónea para nuestra especie, la humana. Si no fuera así nos habríamos extinguido hace mucho.

Cuando el bebé mama estimula toda una orquesta orgánica que hace que se produzca más leche. La lactancia es una simbiosis que produce placer a ambos, es una estrategia de la naturaleza que se asegura de que se perpetúe, ya que durante millones de años se ha venido realizando siempre con éxito.

2. Busca información válida y respaldada por la evidencia científica.

Obtener información completa y actualizada te permitirá escoger con libertad tu estilo personal de crianza. Hay muchísimas referencias en nuestro blog también en OMS y UNICEF.

Desmontar los mitos sobre lactancia sería genial hacerlo antes de dar a luz, para que no te pille desprevenida y en un momento de vulnerabilidad emocional como es el puerperio. Ayuda mucho escuchar experiencias de otras mujeres, acudir a pedir información a los Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna, no olvides que la lactancia tiene un gran componente cultural y es importante sentirte respaldada por tu entorno.

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Descarga «Cuantificación de los beneficios de la lactancia materna: reseña de la evidencia» aquí o pinchando en la imagen.

3. Hay que empezar con buen pie.

Siempre durante la primera hora después del nacimiento es muy importante que el bebé tenga contacto piel con piel con su mamá, en este preciso instante el bebé se encuentra en alerta, despierto y su instinto de succión es poderoso. Si en ese momento te pones al pecho aprende a mamar correctamente. Dos horas después entra en un estado de letargo (6-12 horas) y luego es más difícil despertarlo.

Si no existe patología, cualquier mujer que desee lactar justo después del parto puede hacerlo, tanto si ha sido parto vaginal o por cesárea.

4. Evita en lo posible interferencias.

El uso de chupetes y tetinas durante las primeras semanas puede confundir la succión, ya que es diferente tanto el movimiento como la postura de la lengua, las mejillas y la mandíbula. En un bebé inexperto pueden confundirle y después rechazar el pecho o succionar como si se tratara del chupete-tetina, lo que puede producir grietas y diferentes lesiones debidas a un mal agarre. Piensa que el pecho no es solo alimento sino que es también amor y calor.

5. Qué es calostro y qué es leche.

El calostro es el alimento perfecto para un recién nacido, por varias razones:

  • Es extraordinariamente digerible

  • Tiene gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales

  • Concentración elevadísima de anticuerpos.

Ningún otro líquido es beneficioso para los primeros días de un bebé y mucho menos en prematuros que, por sus condiciones, necesitan un extra. Además, el calostro está concentradísimo en un volumen muy pequeño lo que beneficia también al bebé porque respeta su ritmo de adaptación a una nueva nutrición.

Después del calostro podríamos hablar de una leche de transición que se produce como al segundo o tercer día después de dar a luz (“subida de la leche”) y a partir de la tercera semana aproximadamente comienza a producirse una leche madura.

Nora Perez Con delicadeza

6. Vigila la posición y la succión.

Hay muchas maneras de dar el pecho, pero fundamentalmente deberíamos observar:

  • La barriga del bebé esté pegada a la barriga de la mamá.

  • Su espalda esté alineada con la cabeza.

  • La cabeza debe encontrarse de frente, sin girar el cuello.

  • Su boca debe abarcar la areola y el pezón.

  • Sus labios se encuentran evertidos, doblados hacia fuera.

  • Nariz y barbilla rozan el pecho.

En la mamá: Debe encontrarse con la espalda recta, cómoda y relajada.

Si todo está bien amamantar no duele, si existe dolor o percibimos que el bebé realiza algún sonido o chasquido vigilaremos la posición para perfeccionar la succión.

En las reuniones de los Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna puedes ver cómo otras mujeres amamantan, cómo colocan a sus bebés y cómo maman. Una posición y succión eficaz evita las grietas y la congestión de los pechos.

7. Paciencia… Se necesitan muchas horas y estar muy cerquita para irse conociendo.

Los bebés necesitan tiempo y práctica para mamar con eficacia, a la vez que la mamá también lo necesita para ir reconociendo los recursos que va adquiriendo para satisfacer las necesidades de su bebé.

Para que progrese bien, un bebé debe mamar normalmente entre ocho y doce veces pero lo normal es que pida entre quince y dieciocho veces. Cada uno tiene su ritmo. Algunos maman muchísimo continuamente y otros no.

Mientras maman no sólo se están alimentando y asegurándose una buena producción, también disfruta de tu contacto, del calor de tu piel, de tu olor.

Dar el pecho provoca sueño, aprovecha a descansar mientras tu bebé duerme.

8. ¿Un pecho? ¿Los dos?

La leche cambia la concentración de agua, proteínas y grasa en la misma toma. Hay que asegurarse de “vaciar” un pecho y en la siguiente toma comenzar con el siguiente.

Puedes ofrecer el otro cuando se termine el primero pero si no quiere mejor respetar su decisión y esperar a la próxima toma.

Olvida el reloj y observa las necesidades de tu hijo. Limitar arbitrariamente las tomas a diez minutos cada pecho y cada tres horas, puede hacer que disminuya la producción, que no engorde y que esté irritado e incómodo.

9. ¿“Enganchado todo el día”?

Las primeras semanas los bebés maman muy a menudo. Estimulan los pechos para que produzcan más y más leche, para ayudarlo dale libre acceso a tu pecho siempre que pida o que tú consideres necesario. Evita mirar el reloj. No sólo el pecho alimenta, los bebés prefieren: CONTACTO + CALOR + COMIDA… y por este orden.

Sobre los tres meses pasan por una etapa en la que maman más de lo normal, son crisis de crecimiento, periodos de lactancia intensiva que usan para regular la producción de leche en relación a su demanda.

Sólo la mamá puede amamantar pero coparticipar en la crianza va mucho más allá de la alimentación del bebé: hay que cuidar también de la mamá, velar por la comodidad y las necesidades de las dos, responsabilizarse de otras muchas tareas cotidianas, ofrecer apoyo y confianza y, sobre todo, dar mucho amor.

10. Siempre a punto y en cualquier sitio.

Tenemos el alimento perfecto a la temperatura perfecta, sólo hay que darlo cuando lo necesiten, esto indudablemente es una ventaja en la sociedad en la que vivimos. No hay que lavar excesivamente los pezones, es suficiente con la ducha diaria.

También ayuda mucho llevar ropa cómoda y portear, ya que se mantiene la cercanía con el bebé ayudándolo al acceso al pecho.

(Imagen tomada de porteo natural)

4 pensamientos en “Diez claves para una lactancia feliz

  1. Hola, tengo una bena de 27 dias y quiero saber cómo hacer para poder ordeñarme luego de que ella toma el pecho… Sé hacerlo antes ´pero a veces no me da el tiempo y quiciera hacrelo despues de que ella tome.
    Mi intención es donar al banco de leche materna para los bebes prematuros aca en uruguay y no sé cómo hacerlo??
    Pueden decirme cómo???
    Es decir, cómo ordeñarme luego de que ella mame, porque pongo la pezonera pero no sale…
    Muchas gracias
    Viviana Cordero

    • Hola Viviana
      La técnica para extraerse leche es la misma antes o después de una toma, pero siempre es más dificil extraerse leche después. Puedes probar a hacerlo durante la toma, mientras tu bebé mama de un pecho te extraes del otro. Incluso después puedes ofrecerle el otro pecho a tu bebé, que habrá leche 🙂

  2. quisiera extraerme la leche por que padesco anasiedad y no puedo dormir le hara daño a mi beba

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